Entrevistas
laborales
Mikel Agirregabiria Agirre
Trucos para medir inteligencia, humanidad o ética.
Todos hemos padecido los insufribles cuestionarios
propios de las entrevistas de trabajo. Sugerimos algunas recomendaciones
para acudir con la máxima confianza a ese trance y demostrar todas
nuestras cualidades. Habitualmente los examinadores, y lo digo por
experiencia propia, tratan de medir -en una prueba necesariamente rápida-
capacidades difíciles de escudriñar, pero crecientemente valoradas como
integridad, iniciativa, perspicacia y cordialidad. Un esquema básico y
simplificado de estos exámenes los reduce a tres áreas. Obviamente, la
fórmula descrita seguidamente de los acertijos es una simple caricatura de
los verdaderos tests psicométricos, pero el esquema quizá resulte valioso.
Escala ética. Se suele plantear mediante un dilema
moral como el siguiente. Conduces un coche biplaza en una desapacible
noche de tormenta. Pasas de madrugada ante una parada de autobús donde se
encuentran tres personas que te avisan de una emergencia: Son una anciana
parece un infarto, un viejo amigo que te salvó la vida corre peligro de
pulmonía, y la mujer de tus sueños, que llevas toda la vida esperando.
¿Qué haces si sólo cabe un pasajero? Una aceptable respuesta, pero no la
única, sería dejar el coche a tu amigo para que acudiese al hospital con
la anciana, mientras te quedas protegiendo a tu chica perfecta. Moraleja:
Aprendamos a pensar creativamente, para superar las aparentes
limitaciones.
Escala intelectual. El problema tipo puede ser similar
a éste. Debes tomar cada día dos pastillas diferentes, indistinguibles en
apariencia o sabor, que vienen en frascos distintos. Sería mortal no tomar
la dosis o aumentarla, y estás navegando en solitario con la medicina
contada. Una noche cuando crees haber retirado sólo una gragea de cada
envase, te encuentras con tres sobre la mesa. Es tu hora y debes tomar
urgentemente tus pastillas, aprovechando las que has sacado. Si capaces de
sumergirnos mentalmente en tan hipotética situación, pronto descubriremos
que contando las píldoras que quedan en los frascos sabremos si allí
tenemos 2 del primer o segundo estuche. Luego bastará partir las 3
pastillas por la mitad más una píldora sobrante del frasco
correspondiente, y tomar ese día (y al siguiente) las mitades apartadas.
Escala de humanidad. Todas las entrevistas cuentan,
aparte de las correspondientes artimañas para detectar mentiras, con algún
pequeño ardid para descubrir la sociabilidad y amabilidad, aptitudes cada
día más apreciadas para trabajar en equipo. Un ejemplo suele ser preguntar
en el ejercicio escrito el nombre de la secretaria de recepción, que
contaba con una placa de identificación perfectamente legible para quien
observa esos detalles. Una respuesta acertada demuestra que el solicitante
reconoce como esenciales a todas las funciones laborales y que considera
personas importantes a todos sus compañeros de trabajo.
Habrá muchas más interrogantes, como describir el peor
problema enfrentado, ejemplos de decisiones o errores adoptados en su
vida, último libro y película, por qué eligió ese puesto y esa empresa, su
mayor virtud y debilidad, metas personales alcanzadas y pendientes, dónde
y cómo se imagina dentro de 5 años, objetivos a largo plazo o cuándo es
apropiado decir una mentira. Recuerde siempre que debe mostrarse tal como
es, así que procure llegar a ese momento con una biografía que pruebe que
ha acumulado el máximo capital de bondad, cordura y altruismo.
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