- Todo en la vida es cuestión de tiempo y paciencia. También,
cómo no, el llegar a comprender y valorar lo que es y significa la
Pascua en la existencia de un cristiano. No es exagerado afirmar que,
dado el ambiente secularizado en que vivimos, para una gran mayoría
del pueblo de Dios, el acontecimiento más grande de nuestra fe,
todavía no ha calado suficientemente en ellos.
- Quizás, sea problema de información o despreocupación por parte
de los pastores o de ignorancia de la gran masa de los bautizados. El
caso es, que estamos todos, aún, muy lejos de valorar, celebrar y
vivir -como quiere nuestra madre la Iglesia- lo que es y debe ser la
Pascua de Resurrección. Para muchos bautizados, incluso, llega a
pasar casi desapercibida la fiesta más grande del calendario de la
Iglesia. Si se les preguntase en una encuesta a pié de calle, cuál
creen ellos ser la fiesta más grande de los cristianos, las
respuestas serían de lo más reveladoras . Muchos, por el gran
despliegue de la propaganda comercial, dirían que es la Navidad.
- No pocos apuntarían que el domingo de Ramos o la Semana Santa
.Otros, la fiesta del Corpus, de la patrona de su pueblo o ciudad o
cualquier fiesta de la Sma. Virgen. No habrá que desanimarse y de mil
modos y maneras repetir machaconamente hasta la saciedad ,que la
fiesta de las fiestas ,el acontecimiento principal de la fe ,es la
fiesta de Pascua y Resurrección del Señor. Alguien ha dicho y con
razón, que nuestro pueblo es muy dado a sintonizar con expresiones de
dolor, luto, llanto, penitencia y muerte, como las de Cuaresma y
Semana Santa, pero que, religiosamente, no acierta a expresar los
sentimientos de alegría, esperanza y vida, que son el meollo,
precisamente, de nuestra fe cristiana. Todavía perdura a lo largo de
los años y en muchos lugares de nuestra geografía, una imagen de
Iglesia triste, enlutada, y penitente , que da la impresión de
celebrar muy bien la muerte, pero que se encalla y no trasmite el
júbilo y alegría al celebrar la vida y la resurrección. ¡Qué
pocas imágenes de Cristo resucitado, las que se veneran en nuestras
iglesias, en comparación de los crucifijos que proliferan por doquier
!.Es sólo un detalle, pero bastante significativo.
- Es de resaltar el gran esfuerzo que en todas partes se hace en
Cuaresma -40 días - como preparación a la Pascua. El domingo de
Ramos - pórtico de la Semana Santa -acude masivamente el pueblo
cristiano a las iglesias. Los días del Triduo Sacro-jueves y viernes
santo-siguen conservando ,en gran parte , su sentido religioso
tradicional. No poco ha contribuido a este fin, una liturgia renovada
postconciliar, en los así llamados Oficios religiosos, que se
complementan, a su vez, con los desfiles y procesiones en las calles
de todos los pueblos y ciudades de nuestra patria. La mayoría de
estos pasos son muestra de arte y exponente vivo del fervor del
pueblo. El punto culminante de todos los esfuerzos celebrativos de la
Cuaresma y de Semana Santa , e incluso de todo el año, tendría que
ser, según la mente de la Iglesia, la celebración solemne de la
Vigilia Pascual ,en la noche del sábado al domingo de resurrección.
En amplios sectores, bien concienciados del pueblo cristiano, se ha
dado un gran progreso en este sentido. Es cierto, que queda todavía
mucho que lograr hasta que cale esta celebración -la más importante
y significativa del año- en la gran masa del pueblo. La dificultad
radica, entre otras cosas, en la dispersión de la gente por las
vacaciones de primavera y por el nulo interés comercial y
propagandístico que suscitan tales fechas a diferencia de la Navidad
.
- La celebración de la Pascua se ha convertido, pues, en el gran reto
para los cristianos.”Si Cristo no resucitó,-dice S.Pablo- vana es
vuestra fe y aún seguís en vuestros pecados...Si sólo para esta
vida esperamos en Cristo, somos los más infelices de todos los
hombres. Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos. El ha sido el
primero, como primicia de los que duermen”(1ª Cor.15.12-20).
- El fundamento de nuestra fe es la resurrección de Cristo y este
acontecimiento quiere la Iglesia que se celebre con el máximo
esplendor, durante los cincuenta días que siguen al domingo de
Pascua. Un cristiano consciente, esté donde esté ese día señalado,
no debería dejar de participar con los demás hermanos cristianos en
la eucaristía y dejar que su corazón se desborde de agradecimiento y
gratitud por las maravillas que ha hecho el Señor.”Este es el día
en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad
gracias al Señor porque es bueno , porque es eterna su misericordia
.Aleluya “
- Si alguna vez en el año los cristianos nos tendríamos que
felicitar las Pascuas unos a otros y trasmitir nuestro júbilo
,alegría y esperanza a los demás, es, precisamente, en el día de la
Resurrección de Jesús..
- Naturalmente, que no todo acaba con el domingo de Resurrección.
Durante toda la cincuentena pascual la Iglesia desborda su alegría
incontenible , en todas sus celebraciones sacramentales. En este
tiempo se accede a todos los sacramentos: bautismos, comuniones,
confirmaciones, bodas y ordenaciones.
- Sigue estando en vigencia el mandamiento de la Iglesia que ordena
“confesar y comulgar una vez al año y por Pascua florida”.¿Lo
recuerdan o saben todos los cristianos?.
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