¿Frankestein otra vez?

LFN

Los verdaderos caminos hacia la salud se abrirán a una ciencia que no se oponga a la sabiduría y reconozca sus límites y su propia salud como conocimiento al servicio del hombre.

La verdadera ciencia respeta a la naturaleza.
Una ciencia sin ética no es verdaderamente humana. Tarde o temprano se vuelve contra el hombre.
Una ciencia desbocada puede introducirse en los santuarios de la vida y pretender curar, atacando la vida inocente e indefensa.
La ingeniería genética no puede tener luz verde para incursionar en lo constitutivo del ser humano con riesgo para la posteridad.
La clonación humana podría ser el principio de desórdenes incontrolables.
Los verdaderos caminos hacia la salud se abrirán a una ciencia que no se oponga a la sabiduría y reconozca sus límites y su propia salud como conocimiento al servicio del hombre.
Hay un cientifismo arrogante e irrespetuoso que pretende un dominio más que un servicio y busca poder, sin dar testimonio de humildad. Se siente con derecho a seguir sus caminos, aunque destruya o viole derechos claros y valores innegables.
Esta línea falsa es criticada en la monstruosidad frankesteiniana que es producto de imaginación; pero que denuncia, con intuición literaria, el abuso de un conocimiento que quiere hacer su propia ley, atropellando las de la naturaleza.
Ya tiene la humanidad sobre sí la espada de Damocles de la contaminación, del agujero de ozono, de la deforestación creciente y la extinción de especies animales. Se ha levantado un clamor de protesta contra los alimentos transgénicos y no está aun descartada la versión de que el sida fue consecuencia de una manipulación cientifista que no tomó precauciones.
La ciencia, como la economía, si no toman la medida del hombre y contemplan los principios éticos como barreras que hay que destruír, provocarán genocidios y hambrunas, monstruosidades y devastaciones biológicas.
El maridaje de ciencia y tecnología sólo tienen el camino de la ética para un avance verdaderamente evolutivo. Si la ley positiva no respeta la ley natural, se legislará para la muerte y la extinción. Lo oscurantista y lo involutivo se da en una ciencia que prescinde de la dignidad humana y pretende lograr salud, dañando las fuentes de la vida. Lo que se necesita clonar y multiplicar ahora es la humilde sabiduría que progresa obedeciendo y sirve al hombre, sin atentar contra su vida...
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Publicado el: Viernes, 28 de Noviembre de 2003 13:20:27 -0600